Descubre la Grandeza de la Solemnidad de Cristo Rey y Únete a Su Celebración el 24 de Noviembre.
La Solemnidad de Cristo Rey, que este año se conmemora el 24 de noviembre, marca el cierre del calendario litúrgico en la Iglesia Católica y nos invita a reflexionar sobre la majestad de Jesucristo como Rey del Universo. Este evento litúrgico no solo celebra su poder divino, sino que también llama a los creyentes a permitir que Cristo reine en sus corazones y vidas cotidianas.
Un poco de historia
Establecida en 1925 por el Papa Pío XI mediante la encíclica Quas Primas, esta solemnidad surgió como un recordatorio de la soberanía de Cristo en un mundo cada vez más secularizado. Inicialmente celebrada en octubre, fue trasladada al último domingo del año litúrgico en 1969 para subrayar que Cristo es el objetivo final de nuestra peregrinación terrenal.
¿Por qué es importante?
Cristo Rey nos recuerda que el reinado de Jesús no se basa en el poder terrenal, sino en la verdad, la justicia, la paz y el amor. En el Evangelio de San Juan (18,33-37), Jesús declara ante Pilatos: «Mi reino no es de este mundo», subrayando la trascendencia espiritual de su soberanía.
Cómo vivir esta solemnidad
- Reflexiona y ora: Las lecturas litúrgicas, como la visión de Daniel sobre el «Hijo de Hombre» (Dn 7,13-14) y el diálogo entre Jesús y Pilatos, nos invitan a profundizar en el significado de un reinado centrado en la verdad y la justicia.
- Participa en la Misa: Este día incluye oraciones y cánticos que glorifican a Cristo como Rey del Universo. La misa es una oportunidad para renovar tu compromiso de vivir según sus enseñanzas.
- Actos de caridad y justicia: Inspirados por su ejemplo, trabajemos por un mundo más justo y amoroso, extendiendo el Reino de Dios en nuestras comunidades.
Un llamado especial
Más allá de la ceremonia, esta fiesta nos desafía a vivir como verdaderos ciudadanos del Reino de Cristo, aceptándolo como guía en nuestras decisiones, valores y acciones. Es una invitación a que cada corazón se convierta en un trono donde Cristo reine con amor y misericordia.
Te invitamos a celebrar con devoción y alegría este día tan especial. Reconoce en Cristo al Rey de tu vida y únete a la Iglesia universal en proclamar: ¡Que Cristo reine por siempre!
